Por una última vez nadie se va a aprovechar de él.
Lo siento por los fans que han organizado sus vacaciones para ir a la despedida del «Rey del Pop«, a la cual estuve a punto de sucumbir y que aborté por problemas de crisis, pero esos fans se conformarán al darse cuenta de que sus entradas valen más en su poder que siendo devueltas.
Lo siento también por todos los que hemos admirado a este artista y aún sintiendo algo de tristeza por los devenires por los que ha tenido que pasar, seguimos admirándolo.
También rompo una lanza por aquellas familias, de seguro numerosísimas, que se sustentaban por él y las organizaciones que dejarán , quizás, de recibir cheques para financiar la intensa labor social que Michael llevaba a cabo y que espero que algún sucesor contínue.
No lo siento por Sony, que sabrá casar partido a tan gigantesca máquina de hacer dinero.
De seguro que esta noticia no dejará de sonar en los próximos días y se tendrán que aclarar las causas de su muerte, ya que está envuelta en la sospecha del suicidio, pero yo soy de los que piensan que cada uno puede elegir su propio destino, si se tiene la valentía o no le queda más remedio.
Es verdaderamente una noticia triste, como todas las que tienen que ver con la desaparición de una persona que trasciende en los demás. Una noticia que deja un vacío enorme en los que conocemos la magnitud del personaje, pero en este caso la importancia se eleva a un nivel astronómico dado el cariz estelar que tenía y tiene el Peter Pan más moderno.
En todo caso y con el debido respeto, el morbo de cómo ocurrió es para mí lo de menos. Lo importante y crucial es que ahora ya no está entre nosotros, que millones de fans lo echarán de menos en todos los continentes y yo también.
Personalmente, me considero un leal seguidor de este artista y como disc jockey siempre lo tuve entre mis incondicionales, diría más aún, imprescindible en mi maleta, e incluso cuando se le acusó de perversiones imperdonables, continué seleccionándolo, ya que todo me pareció una patraña y siempre creí que le tendían una trampa, debido a su generosidad y a su amor por los niños. Me dejo llevar por mi corazón sin miedo a que me malinterpreten y me quemen en una hogera multimedia, pero me consta de la inestimable ayuda y generosidad de Michael hacia los pobres e infelices. Así que prefiero mirar atrás y recordar los felicísimos momentos que nos regaló, sabiendo que gracias a la música siempre será recordado y que es inmortal en ese aspecto. El tiempo nos dirá y medirá la verdadera importancia y cariz que este sublime artista tenía, por lo que es de esperar un homenaje en cada continente y en las principales cadenas de televisión y medios de comunicación. De hecho se me pone la carne de gallina cuando veo la agitación que ha producido en lugares como Harlem.
El tiempo lo pondrá todo en su sitio y hoy para Michael es el primer día de su vida. El día que fué libre.
Me quedo con una frase de «The man in a mirror«, que siempre me hizo pensar en ser mejor: Si quieres hacer del mundo un lugar mejor, mírate a tí mismo y haz un cambio entonces.
Siempre te tendré en una parte importante de mis recuerdos. Descansa en paz Michael, aunque ahora podrás bailar y cantar con James Brown sin que nadie te moleste.