
«En mi humilde pero noble opinión, lo del programa ese de Factor X es una de las aberraciones televisivas más deplorables que he visto en mucho tiempo. Yo no sé en qué consiste el absurdo factor x ese que los juececillos dicen explorar en los candidatos (puede que no lo sepan ni los mismos que deciden si se tiene o no, me temo), pero lo que sí puedo afirmar es que, una vez más, la canalla que diseña los formatos televisivos busca vorazmente la audiencia de la forma más sórdida posible, en esta ocasión convirtiendo un concurso de aspirantes a profesionales de la canción ligera en un desfile de plañideras que, circulando vacilantemente ante las cámaras, hacen pucheros sin tregua mientras los realizadores buscan patéticos primeros planos a sus secreciones mucosas.
Hoy parecía acaparar el protagonismo una juececilla con pinta de Dominatrix, vilipendiando cínicamente la dignidad de los atemorizados aspirantes (parecen, sin duda, seleccionar a los más asustadizos) a base de: ‘Lo siento, no vales para esto, ya sabes donde está la puerta’; o lo que es peor: ‘Lo siento, aquí buscamos artistas de verdad, así que…’ (5 segundos de lágrimas y mocos) ‘…¡estás dentro!’ (20 segundos de gritos, lágrimas y mocos).
Visto lo visto, me pregunto qué habrían decidido los juececillos ante el (ahora contrastado) talento de unos bisoños Bob Dylan, Lou Reed, Neil Young, Tom Waits, John Lydon, Kim Gordon, Jane Birkin… ‘Es que nosotros no buscamos ese factor; buscamos el factor x’, podrían replicar en su favor si se le expusiera ese hipotético escenario. Entonces, ¿qué maldita falta nos hace el jodido factor x?»
Info: Alvaro Tarik